martes, 1 de noviembre de 2011

La Divina Comedia, El Infierno, I (2)


El descenso de Dante al Averno es presentado como un tránsito por un vacío, un abismo de nueve círculos infernales.


Dante es acompañado y guiado por Virgilio.


Al igual que el Paraíso y el Purgatorio, el Infierno tiene una estructura de 1+9, pues cuenta con un "vestíbulo" de naturaleza diferente a la de los otros nueve círculos que lo componen, de los cuales lo separa el río Aqueronte.


Dante y Virgilio pasan a través de la Puerta del Infierno, la cual tiene un inscripción, de cuya novena y última línea procede la famosa frase "Lasciate ogne speranza, voi ch'intrate": "Dejad, los que aquí entráis, toda esperanza".


Tras franquear el "vestíbulo", Dante y Virgilio llegan a la orilla del Aqueronte, a la barca que les permitirá cruzar el río y llegar al Infierno propiamente dicho.


Quien conduce la embarcación es Caronte, el cual, al saber que Dante procede del mundo de los vivos, se niega a dejarlo pasar. Virgilio, sin embargo, lo obliga a acceder pronunciando la célebre sentencia "Vuolsi così colà dove si puote", que se traduce "Así se quiere allí donde se puede", indicando que el viaje de Dante es deseado por Dios.


Los gritos de las almas condenadas llenan la atmósfera. Sin embargo, el poeta pierde el conocimiento y en su poema no se describe el cruce del río propiamente dicho.


Atravesado el Aqueronte, Dante y Virgilio penetran por la boca del Infierno y descienden por las entrañas de la Tierra.


Se suceden las escenas monstruosas y terribles, vívidamente descritas.


Tras el primer círculo, Minos, el juez de los condenados, detiene de nuevo el camino del poeta, hasta que Virgilio lo reprende.


Todos los condenados por pecados "activos", es decir, los que deliberadamente han dañado a alguien, son juzgados por Minos, quien sentencia a cada alma a alguno de los círculos que se encuentran más abajo, enrollando su cola sobre sí mismo tantas veces como pecados se hayan cometido.


Al llegar al quinto círculo, en el agua pantanosa del río Estigia, los iracundos pelean entre ellos.


De mala gana, Flegias transporta a Dante y a Virgilio través del Estigia en su barco.


Al séptimo círculo se accede después de haber superado una grieta provocada por el terremoto que movió la tierra al morir Cristo.


La grieta marca una neta diferencia entre las partes superior e inferior del Averno.


Las partes más bajas del Infierno se encuentran dentro de los confines de la ciudad de Dite, que a su vez está rodeada por la laguna Estigia.


Los muros de Dite estás custodiados por ángeles caídos.
Esta vez Virgilio no logra convencerlos de que lo dejen pasar con Dante, y las Erinias y Medusa amenazan a Dante.


Un ángel enviado del Cielo les facilita el acceso, abriendo la puerta con un toque de su vara.


Esto significa que se está entrando en un territorio que ya ni la filosofía ni el humanismo pueden comprender del todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario